Tranquilo...

Todo esta demasiado tranquilo, la paz interior desborda,
Ningún sobresalto, estabilidades de todo tipo,
Sin taquicardias más que por sueños, todo marcha bien.
Empiezo a extrañar el dolor, el exceso los vicios y el pecado,
Necesito volver a llorar, engañar a la razón,
Perderme en mundos inexistentes.
Que me maldigan nuevamente y elevarme,
En vuelo de ida al paraíso y vuelta al infierno,
Sin fecha predeterminada.
Quiero mentirme y decir que vivo por y para,
Que nada tenia sentido hasta hoy,
Que entregué mi corazón, aunque siempre late en mí.
Mas tú no pienses que no te quiero,
Nunca te diré adiós, solo un hasta luego,
Y sabes bien que no te miento, siempre volveremos.
Acompáñame a dejarte otra vez, toma mi mano y vamos,
Tan solo hasta que te extrañe y quiera volver,
O me lastimen y retorne sin querer.
Y como siempre me estarás esperando, como una madre a un hijo,
La más fiel de las mujeres, mi amiga y enemiga,
Mi, por momentos, amada soledad.

Iván. 2006


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